ICCO apuesta por el empoderamiento económico de niñas sobrevivientes de violencia sexual a través de la gastronomía

Existen más de 4 millones de migrantes venezolanos y de acuerdo con los datos de la ONU se pronostica que esta cifra aumente a 5 millones para finales de 2019.
1.408.000 de ellos radican en Colombia, según los datos registrados hasta el 30 de junio por Migración Colombia.

La crisis política, económica y social de Venezuela en los últimos años, ha significado un aumento en la migración hacia países latinoamericanos, principalmente a Colombia, donde cientos de personas cruzan a diario la frontera. La mayoría de ellas en condiciones de ilegalidad e inseguridad; el traslado es a pie o en vehículos fletados desde ciudades fronterizas o desde el interior de Venezuela. Muchos niños y niñas venezolanos viajan en compañía de sus vecinos y al llegar a Colombia son abandonados, dejados en albergues temporales o con supuestos parientes. De igual manera, los migrantes deben atravesar los pasos fronterizos en los que existe presencia de grupos armados. Esta situación ha incrementando el contexto de vulnerabilidad tanto de la población del municipio fronterizo de La Guajira como de la población migrante en Colombia, especialmente en niñas y adolescentes mujeres que están expuestas a la explotación sexual comercial (pago en dinero o en especie a cambio de explotarlas sexualmente). 

ICCO Cooperación ha generado un modelo de intervención para jóvenes en contextos vulnerables que fusiona las escuelas de gastronomía Manq’a con el Programa Vuela Libre de prevención y atención a niñas, niños y adolescentes víctimas de explotación sexual comercial. Durante las gestiones 2019 – 2020, ICCO junto a KIA implementará el proyecto ‘Generando oportunidades económicas y proyectos de vida para jóvenes en situación vulnerable de la Guajira’, que busca crear una escuela técnica de formación gastronómica como un espacio propicio para el desarrollo de capacidades, generando oportunidades laborales para jóvenes en situación de vulnerabilidad del municipio de Riohacha en Colombia. A través de este proyecto se establecerá una currícula específica de tecnificación gastronómica especializada para población fluctuante, teniendo en cuenta sus necesidades y particularidades.

Así, se busca beneficiar a jóvenes entre los 17 y 35 años, que sean migrantes venezolanos, adolescentes y jóvenes víctimas o en riesgo de explotación sexual comercial y jóvenes víctimas del conflicto armado, dándoles una oportunidad de capacitarse en gastronomía con herramientas técnicas y habilidades blandas que les permitan entrar en el ámbito laboral, empoderándolos económicamente. Por otro lado, el proyecto involucrará a jóvenes indígenas wayuu de Guajira, con apoyo a emprendimientos comunitarios, mediante capacitaciones gastronómicas.

Para esto, se adecuará una Escuela de Gastronomía en Riohacha, como una opción de formación técnica, se vinculará un primer grupo de estudiantes al proceso de formación por competencias laborales en cocina, acorde a las necesidades de los jóvenes y se realizará el acompañamiento al proceso de generación de ingresos para los estudiantes de la escuela, por la vía del empleo o el emprendimiento.